La Botánica en CV Galería, es una experiencia total e inmersiva.

La Botánica en CV Galería, es una experiencia total e inmersiva. 

La Botánica en CV Galería, es una experiencia total e inmersiva. 

CV Galería es un lugar donde la vegetación recorre sus muros, generando un manto de calma y relajo. 

Un espacio de descanso creativo que da la bienvenida a quienes quieren escapar de la geografía urbana en busca de nuevas energías, como si de un viaje se tratara, porque Botánica podría existir en cualquiera de las más importantes urbes del planeta. 

Un espejo de agua recibe a los visitantes, lleno de verdor y pleno de una exótica variedad de plantas, que junto a diversos peces, nos regala la energía y paz que solo el agua es capaz de otorgar. 

Es por eso que con nuestro permanente  interés por compartir nuestro espacio, invitamos a la artista Yolanda Sande a ilustrar nuestra vegetación, generando un círculo virtuoso entre botánica y arte. 

⁠Asimismo,  el paisajista Manuel Feliú nos enseña sobre las características de la vegetación que habita en este lugar donde la vegetación te abraza. 

Helecho alsophila

Pertenece a la familia de los helechos arbóreos o helechos gigantes. Los helechos, dentro del reino de las plantas (plantae) es una familia primitiva, muy anterior al desarrollo de las angioapermas o plantas que producen flor. Las alsophilas (ciateaceas), se caracterizan por su tronco escamoso y sus frondes grandes.  

Pertenecen a climas tropicales y subtropicales y se extienden por Asia y América, encontrándose varias especies endémicas. En su etapa inicial no tolera bien la exposición directa al sol pero tiene una gran capacidad de adaptación y resistencia en la medida que va creciendo. Su tronco puede llegar en máximo desarrollo a sobrepasar los 10 mts de altura.

Iris Lousiana

Es el nombre genérico de 5 especies de iris que son nativos de Luisiana al sudeste de Estados Unidos, se clasifican en azules y rojos existiendo diferencias de color y forma entre ellos. 

Son plantas que pueden plantarse directamente en terrenos húmedos o en estanques, obviamente necesitan agua en abundancia y se caracterizan por tener una floración espectacular pero relativamente corta durante el mes de septiembre-octubre.

Es una planta que le gusta el sol directo y no necesita muchos cuidados especiales, salvo el control de caracoles y babosas.

Sagradas flor de loto. ⁠⁠

La Nymphaea es una planta herbácea acuática originaria de la cuenca del Nilo (según se cree) y desde ahí extendida ampliamente por asia y europa.⁠⁠

Comprende alrededor de 17 variedades distintas. Se utiliza principalmente por su floración en estanques a modo decorativo, pero en el pasado fue utilizado como narcótico por distintas culturas. ⁠⁠

Su floración es a partir de la primavera tardía y durante el verano.⁠⁠

Dependiendo de la variedad, puede ser más o menos aromática, pero todas atraen insectos polinizadores. ⁠⁠

Existen algunas variedades que florecen de noche. Es una planta infaltable en cualquier estanque y necesita un mínimo de 10 cms de arena para ser plantada. ⁠⁠

⁠⁠Los estanques son ecosistemas autónomos que se autosustentan en la medida que las aguas no se encuentren estancadas.

Manto de Eva o Alocasia microrrhiza: ⁠⁠

Es una planta tropical de la familia de las Araceae, proveniente originariamente del Sudeste asiático. ⁠⁠

Es muy eficiente captando luz en condiciones de poca iluminación. ⁠⁠

No soporta el sol directo y le gusta la humedad del ambiente.⁠⁠

Puede llegar a crecer más de 4 metros en las condiciones adecuadas y sus hojas fácilmente pueden superar el metro de largo. ⁠⁠Debe plantarse con buen drenaje.


La evolución sin fin de un creativo

La evolución sin fin de un creativo

Entrevista a Gonzalo Pedraza

Por Felipe Forteza

Este artista es singular. No solo porque su obra es de gran calidad y contenido, sino porque el periplo que ha recorrido para llegar a donde está no es cuestión de suerte. Historiador del arte, investigador, curador o artista visual, la excelencia con que ha ejecutado cada uno de estos roles lo han llevado a ser catalogado como uno de los creadores más promisorios del arte nacional.     

Hay que poner ojo con Pedraza, porque lo que se propone, lo conquista. Lo conocí en casa de una conocida gestora cultural hace 10 años, y desde ese momento, con tan solo 26 años, ya prometía. A esa altura ya era un hombre maduro que profundizaba y reflexionaba con gran agudeza cada tema que discutía, como si desde ese momento, y antes tal vez, se estuviera preparando para lo que vendría, y hoy se vislumbra con claridad. 

Estudió Teoría e Historia del Arte y realizó una Maestría en Estudios Latinoamericanos, ambos en la Universidad de Chile, aunque confidencia: “creo que donde realmente estudié fue en mi casa, teníamos muchas enciclopedias, un gran jardín y papeles y lápices, creo que todo eso es mucho más formativo”.

Sus habilidades son amplias, como también su trayectoria. Múltiples curatorías independientes, coordinación de residencias internacionales, colaboraciones en la Beca Arte CCU o su trabajo como curador en Matucana 100 le han brindado experiencia, redes y admiración. Cada etapa ha sido desarrollada en forma impecable, inclusive la reciente postulación para representar a Chile en la Bienal de Venecia o la muestra en CV Galería. 

¿Cuéntanos algo de tu trayectoria en el arte?

Salí a los 21 años de la Universidad y traté de hacer algo que no se hacía de manera oficial en el medio: ser curador. Entendía poco de qué se trataba, pero básicamente era armar exhibiciones: desarrollar un problema, buscar obras que dialogaran con esa idea y exponerlas en un espacio contando ese relato. Me formé con antiguos curadores que encontré en varios libros y que también eran pintores, museógrafos, escritores y aventureros. Con todas esas cualidades me transformé en artista y hasta el día de hoy sigo esa línea. 

¿En que categoría profesional te sientes más cómodo?

En todas, pero principalmente como artista. Comencé en 2008 creando una exhibición con las obras de arte que los vecinos de una población prestaban, se llamó “Colección Vecinal” y consistió en ir puerta a puerta preguntando: ¿me presta su obra de arte?, nos decían: no tengo; y respondíamos: lo que más se parezca. Aparecieron cuadros de marinas, paisajes, fotos, artesanías y recuerdos pegados en los muros. Reuní más de 300 piezas y se construyó un gabinete. 

¿Cuál ha sido tu mayor privilegio en el arte?

Conocer. Personas de toda índole, de cabezas, clases, oportunidades e imaginaciones dispares. También estudiar todos los días tres horas, crear y hacer exhibiciones, rodearme de gente amable que me apoya. Soy muy privilegiado frente a un mundo donde es escaso el privilegio. 

¿Qué período del arte, nacional e internacional encuentras más interesante?

¡Qué difícil! Del arte nacional, lo que se produjo en los bordes del siglo XIX: exhibiciones, parques y eventos universales. En el internacional la pintura de gabinete en el siglo XVI: un grupo de pintores se dedicó a retratar colecciones en cuadros de mediano formato, debían pintar otros cuadros de pintores famosos “copiando su mano”, también materialidades como oro, plata, cristal, metal y bronces, desarrollar naturalezas desconocidas y elementos curiosos sin data. 

¿En qué piensas cuando creas una obra?

No pienso nada. Trabajo todo el día, me levanto a las 8 de la mañana y estudio tres horas, trabajo en la “gestión de mi vida” y en el taller de la manera más equilibrada. En la noche antes de dormir, o hasta en el mismo día, aparecen imágenes exactas de las obras que quiero, yo lo llamo “el regalo de la creatividad post trabajo”, o más fácil: un pajarito que aparece sin plan de vuelo como decía la Violeta Parra.

¿Crees que en Chile se puede fortalecer el coleccionismo?

Es complejo. Hay un coleccionismo de pocas personas que respetan la labor del artista y crean un acervo interesante según sus gustos e ideas. En esa línea destaco a Juan Yarur y Pedro Montes. Por otro lado, hay un coleccionismo de portonazo: el artista es castigado en el precio, ya que lo consideran caro para lo que “es” y se debe agradecer por estar ahí. Por tanto más que una adquisición es un favor. Otros hablan mucho de sus colecciones, de su línea curatorial y tienen veinte piezas pequeñas porque salen más baratas y caben en la maleta… usan el coleccionismo para subirse el pelo. Estas prácticas vienen también de siglos, el arribismo es milenario. El arte es un bien de lujo que solo pocos pueden comprar. Aun así, el sistema de arte local ya entiende los códigos.

¿Las ferias de arte son necesarias en Chile?

En Chile la feria de arte de todos es Ch.ACO, lleva 10 años y ha hecho un cambio en la percepción del arte por parte de todos. Antes era feo y malo vender, ahora es algo natural. Los mismos que nos enseñaban a no vender, hoy son los que venden más caro. La feria ha tenido muchos programas y todo el sistema se ha beneficiado: ventas, visibilidad, viajes, becas, etc. Una feria es una empresa privada que entrega un espacio y un tiempo para vender. Al ser privado no sé si es necesario para un estado. Para Chile es necesario un museo con una colección permanente de arte, grupos humanos con capacidades y formaciones de alto nivel intelectual y ético, espacios que contengan a los distintos protagonistas del arte y construyan audiencias. Esas son cosas de primera necesidad. Es como si me preguntaras si es necesario el espumante, te diría sí, pero es más necesaria el agua. 

¿Cuáles son tus proyectos futuros?

Millones, pero como dicen las viejas: mejor no contarlos para que resulten


#lavidaencv

“Un polo Gastronómico muy atractivo, en el corazón de Vitacura” Juana Muzard 

#lavidaencv

#mesdelamujer

Juana Muzard.

Crítica, escritora y empresaria gastronómica.

“Un polo Gastronómico muy atractivo, en el corazón de Vitacura”

Mientras manejo por Alonso de Córdova hacia CV Galería, voy acercándome de a poco a un edificio bastante moderno y a escala humana. 

Estacioné justo al frente, aunque tiene estacionamientos subterráneos y de repente me sumergí en su interior, estando al aire libre, después de tomar todas las precauciones sanitarias en la entrada. 

Atraída por su urbanismo imponente y acertado, bajé por sus múltiples escaleras hacia el -1, y comencé a mirar a todos lados contemplativamente. Recorrí las tiendas, la Galería  de Isabel Aninat (que siempre tiene una muestra que sorprende) y las obras de arte que se repiten en cada rincón.

Me sorprendí agradablemente en este piso con su arquitectura exterior y su minucioso y estético resultado, lleno de detalles en su ambientación general, que incluye plantas, cientos de maceteros, una pequeña y bien provista tienda de plantas, buenos toldos para ahuyentar al sol y hacer el espacio más fresco. 

Luego bajé otra amplia escalera hacia el -2 y me encontré con una eterna intervención escultórica de Fernando Casasempere en su techo, donde cuelgan millones de flores desde lo alto que parecen estrellas, todo esto junto a una sutil música de fondo. Por aquella escalera tuve una panorámica que me permitió contemplar las maravillosas terrazas que salen de cada restorán, con mobiliarios impecables y diversos, ¡Muy empáticos con su entorno!. Una pileta preciosa, que justo donde termina parte una enorme barra de cocteles imponente y llena de onda, y todo envuelto en murallas de hormigón tapizadas de vegetación con una enorme variedad de verdes. Mientras más recorría, descubría más terrazas escondidas.

Después de ver que las propuestas gastronómicas de diversos restoranes ya estaban presentándose para recibir a una gran cantidad de comensales, dije; ¡Qué fascinación!. Finalmente llegué a lo mío y me senté junto a un querido amigo en Lolita Jones, restorán mexicano americano de bastante prestigio.

Me comí el mejor guacamole de Chile, preparado y servido por un carrito con un garzón que da vueltas mesa por mesa, ofreciendo este clásico mexicano.

Pasé a otros platos magníficos como unos taquitos de centolla, una corvina muy fresca en Tapenade y un postre lleno de frutos rojos sobre una crema de coco. 

¡Inolvidable experiencia! “Se repite”.


Mujeres chilenas pioneras en el arte

Mujeres chilenas

pioneras en el arte.

En el contexto del mes de la mujer, CV Galería conmemora la gran labor que distintas artistas chilenas tuvieron a lo largo de la historia, siendo muchas de ellas pioneras, tanto en el país como en el exterior, en cada una de sus disciplinas.

Presentamos un listado de artistas con el que hoy queremos homenajear  y recordar en este, su mes.

En CV Galería buscamos fortalecer la hibridación de la cultura y el sentido de comunidad. En él conviven el arte, la gastronomía, la arquitectura, la botánica y el diseño. De esta forma generamos un círculo virtuoso entre creación, trayectoria, talento y visión. Queremos promover e invitar a las actuales y futuras generaciones a ser parte de este mundo cultural, que fomenta la creatividad, la perseverancia, la memoria y quiere incentivar a cada uno de quienes forman la comunidad CV, a ser parte de la vida cultural local. 

Información @mujeresbacanes

Marcela Paz, ESCRITORA CHILENA. 

Tercera mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura de Chile, en 1982. Su gran aporte a la literatura chilena son las aventuras de un niño de 8 años, Papelucho, que tiene una imaginación e ingenio encantadores. 

Esther Hunneus Salas nació el día bisiesto de 1902 en Santiago. Marcela Paz fue el seudónimo que creó Esther,  con la mezcla de una de sus escritoras favoritas, Marcella Auclair y la palabra Paz, pues le gustaba la idea de lo que significaba.

La niñez de Esther la pasó en su casa, educada por institutrices y sumida en su imaginación. Segunda de ocho hermanos, la futura novelista sufrió la muerte de su hermana mayor cuando tenía 11 años, un momento que la hizo ser aún más introvertida. Fue por este tiempo que comenzó a leer a Stefan Zweing, Fedor Dostoyevski y Anton Chejov, quienes influenciaron su futura carrera de escritora.

Su primera producción literaria que alcanzó fama fue Pancho en la luna, de 1927, con el cual ganó el premio del Concurso Sanidad. Sus escritos de tono familiar comenzaron a aparecer como breves cuentos en revistas como Lectura, El Peneca, Ecrán, Zig-Zag, Eva, Margarita y la página infantil del diario La Nación, El Diario Ilustrado y La Tercera. En todos publicaba con sobrenombres como Paula de la Sierra, Luki, Retse, P. Neka, Juanita Godoy, Nikita Nipone, entre otros.

Su obra más famosa, Papelucho, hoy reeditado más de 70 veces, recibió el premio de honor de la editorial Rapa Nui en 1947. Este libro y los que vinieron después, siempre tienen de protagonista a Papelucho, niño de 8 años que tiene muchas aventuras en su cabeza. La historia, basada en las experiencias infantiles de Marcela Paz, dan cuenta de cómo la imaginación de un niño interpreta lo cotidiano con un ingenio que siempre termina por hacer que las cosas terminen mal. La personalidad de Papelucho lo hace uno de los personajes infantiles más queridos de la narrativa chilena, pues además de sus peripecias, son historias que no tienen un tono moralista, lo que era muy alejado de la realidad social de la época en que comenzaron a publicarse.

Papelucho cuenta con 12 títulos, como Papelucho casi huérfano (1952), Papelucho perdido (1960), Papelucho en vacaciones (1962), Papelucho, mi hermana Ji (1964) entre otros. Estos han sido traducidos al francés, griego, ruso, inglés, italiano y japonés, en más de 400 ediciones. Son hasta hoy libros de lectura obligada en todos los colegios chilenos.

Marcela Paz recibió en 1982 el Premio Nacional de Literatura de Chile por unanimidad, por “atención a su dedicación especial al cultivo de la literatura en especial a la narrativa infantil; al hecho de haber creado un personaje literario de alcances nacionales y universales; como una distinción a las numerosas mujeres que en nuestro país cultivan la literatura en forma sobresaliente”.

Además de su labor como escritora, Marcela Paz ayudó a fundar IBBY (International Board on Books for Young People: Organización Internacional para el Libro Juvenil),un colectivo internacional que fomenta la lectura de niños y jóvenes. Y en un sentido más social, creó el Hogar Santa Lucía, para niños ciegos, que hoy es un Colegio, el primero de Latinoamérica, que atiende a niños con discapacidades visuales.

 

Lily Garafulic  una gran ESCULTORA CHILENA. ⁠

“Nunca estuve en ninguna de las listas de niñas que querían asegurar marido y casa. Quise ser otra cosa desde mi infancia. Los niños jamás me interesaron y la soledad me ha sido soportable porque me casé con lo que amaba, la escultura… Le he dado todo, mi vida. Eso es amor”. ⁠

⁠Nació en Antofagasta, en 1914, hija de padres croatas. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile entre 1934 y 1937, donde fue alumna y luego ayudante de Lorenzo Domínguez.

En 1939 conoció a Constantin Brancusi en París, lo que produjo un quiebre con su maestro al volver a Chile. Fue profesora de escultura en la Escuela de Bellas Artes durante 37 años. En 1945 obtuvo la beca Guggenheim y partió a Nueva York, donde estudió grabado en el Atelier 17 con William Hayter. 

En 1959 viajó a Isla de Pascua, experiencia que según la artista marcó un antes y después de su obra. En 1973 se convirtió en la primera mujer en asumir la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes. En 1995 fue reconocida con el Premio Nacional de Arte. Falleció el 15 de marzo de 2012, en Santiago.

Portada de la revista estadounidense Life, en la cual posó junto a sus “16 profetas”, monumentales esculturas instaladas en la cúpula de la Basílica de Lourdes.⁠  Considerada una de las tres escultoras más importantes en la historia de Chile, junto a Rebeca Matte y Marta Colvin.⁠

 

MATILDE PEREZ, ARTISTA CHILENA.

“Tal vez tenga un cerebro mágico, no sé. Más que cuadros, los míos son pensamientos”. ⁠

⁠Matilde Pérez fue una mujer atemporal, los años y las épocas nunca le impusieron nada que a ella no le interesara. ⁠ Huérfana de madre, a los 5 años supo que quería ser artista y sin proponérselo se transformó en la más vanguardista del arte moderno chileno.⁠

Desde sus inicios Matilde decidió que el arte figurativo le ponía límites a su capacidad expresiva y se embarcó en una búsqueda que la llevó a explorar distintos formatos hasta que en 1960 partió a París a estudiar un año becada por el gobierno francés.⁠

⁠Ahí conoció al húngaro Víctor Vasarely, de quien aprendió las posibilidades de la abstracción geométrica y adoptó el lenguaje cinético. Volvió a Chile y se dedicó a crear incansablemente esculturas, murales, collages, cuadros y grabados.  Siempre con el “ojo móvil”, durante décadas ajena a las modas y a la fama.⁠

Matilde murió a los 97 años, intacta mente moderna, lúcida y visionaria. Ganó montones de premios y reconocimientos pero no el Premio Nacional de Artes Plásticas: “Yo funciono para el que quiera conocerme. El que no quiera, está bien. No tengo responsabilidades con nadie. Nunca me he preocupado si en Chile me reconocen”.⁠

 

Isidora Aguirre, escritora y dramaturga chilena.

Autora principalmente de obras dramáticas de temas sociales que han sido representadas en numerosos países de América y Europa.

Una carrera de 50 años, ser la creadora de la famosa La Pérgola de las Flores y otra treintena de obras teatrales, hacen de Isidora Aguirre una de las mujeres más importantes de la dramaturgia nacional del siglo XX.

Hija de un ingeniero y de una pintora, Isidora Aguirre nació en 1919 en Santiago. Desde niña recibió una educación de tipo artístico y estuvo rodeada de intelectuales de la época, amigos de sus padres, como María Luisa Bombal, Pablo Neruda y su tía Esther Huneeus, la creadora de Papelucho. Antes de cumplir los veinte años realizó estudios de trabajo social, literatura, piano, ballet moderno y dibujo.

A sus 21 se casó con un español, con quien se mudó a París 5 años después. Los conocimientos aprendidos le sirvieron mucho para sobrevivir en la capital francesa donde trabajó de ilustradora, al mismo tiempo que continuaba estudiando teatro y cine. De vuelta en Chile, arriba de un trolebús se topó con el actor y director de teatro Hugo Miller, quien tras el encuentro, se convirtió en su profesor de dramaturgia en la Academia Chilena del Ministerio de Educación en 1952. Desde aquí la vocación de Isidora se vuelca por completo hacia el teatro hasta su muerte en 2011.

Así Isidora comenzó a trabajar con los teatros que estaban al alero de las universidades, como el Teatro Experimental de la Universidad de Chile y el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica, lugar donde estrena en 1960 su icónica La pérgola de las flores. La obra, musicalizada por Francisco Flores, desarrolla una historia donde el choque de clases, la comedia y música, la transformaron rápidamente en un clásico del teatro chileno y en la primera obra nacional en tener éxito internacional.

La mayoría del trabajo de Isidora Aguirre, estuvo siempre influenciado por los postulados teatrales de Albert Brecht, donde se planteaba el teatro con un compromiso social, piezas testimoniales que daban cuenta de los problemas de la época. Así, la dramaturga realizaba exhaustivas observaciones en terreno junto a una intensa investigación documental de manera de crear historias que vinieran de la realidad. Por ejemplo para Los Papeleros de 1962, la escritora pasó un mes viajando cada día a basurales periféricos de Santiago para ver cómo vivían y trabajaban los recolectores de papel. Isidora tenía la convicción de que sólo así podía escribir una obra que realmente retratara la realidad de la miseria, la explotación y la desigualdad social que existía en la labor de estas personas. Otras obras que se identificaron con esta metodología de creación desde hechos reales, fueron Población Esperanza, Los que van quedando en el camino y Retablo de Yumbel. Además de esta corriente realista en su trabajo, Isidora Aguirre escribió obras de carácter histórico como Lautaro. Epopeya del pueblo mapuche (1982) y Manuel (1990), inspirada en la vida de Manuel Rodríguez.

El éxito de las obras de Isidora Aguirre fue gracias a su preocupación y puesta en escena de los problemas sociales de la época, que la terminaron por convertir en una de las grandes dramaturgas chilenas del siglo XX. También fue una gran patrocinadora de la formación de grupos teatrales, donde ejercía de profesora y a la vez promovía la actividad teatral en provincia.


Exposición Emerge

Exposición Emerge: Arte contemporáneo del puerto

Por Felipe Forteza. 

CV Galería presenta una selección de artistas contemporáneos de la región de Valparaíso.

Buscando descentralizar el arte de Santiago, hemos invitado a estos creadores, de diversas trayectorias, generaciones y temáticas, a exhibir sus trabajos en un espacio, que al igual que ellos, es emergente. La riqueza y espontaneidad de sus obras nos permiten vislumbrar la aguda mirada de una generación que va más allá de la simple observación individual del mundo que los rodea, sino que proceden con deliberada osadía exponiendo escenarios diversos, propios de su desprejuiciada formación.

Ana Blanchard, Carolina Agüero, César González, Coti Dörr, Danila Ilabaca, Danny Reveco, Editorial PLO, Felipe Robles, Gabriel Holzapfel, Javiera Ovalle, Joaquín Rodríguez, José Pemjean, Juvenal Barría y Paula López Droguett, levantan obras desde lo que ellos denominan el borde, dicho de otra forma “la región”.  

En ese ejercicio desde el borde, hacia lo que definen como el centro, “la capital”, dan a conocer y visibilizan sus prácticas artísticas, cuya  fuerza radica en el ímpetu, la convicción y la certeza que las variables territoriales no son barreras, sino oportunidades.

Es imposible desconocer que entre “el centro y el borde” existe una ruptura cultural, creada por nuestra propia idiosincrasia y la imposibilidad actual de unir los extremos. Lo que sí podemos aseverar es que los trabajos que presentan estos artistas son el fiel reflejo de las posibilidades que ofrece el arte contemporáneo, sin importar dónde se genere. 

Su imaginario y lo que se podría considerar arte del puerto, observa discursividades y estéticas que nos muestran problemáticas y temáticas que bordean lo local y se insertan en lo global, fenómeno propio de nuestro tiempo, generado por la gran cantidad de estímulos visuales que nos influencian diariamente, sean reales o virtuales, pero con el virtuosismo que provoca precisamente vivir fuera “del centro”, permitiendo a estos creadores incorporar el territorio al que pertenecen en sus trabajos, lo que posibilita una diversidad y fertilidad en sus trabajos.